viernes, 20 de marzo de 2009

Descubrí que nunca le temí al Coco...

Cada sueño cuenta su propia historia, cada vida que unimos a la nuestra... diferentes caras de la misma moneda. ¿Qué es lo que buscas? ¿Construir tu propia historia de amor? En verdad lo que quiero son mariposas sin pájaros muertos... pero ya no quiero las mismas mariposas. Ya no quiero definir la especie, ni el número. Quiero que las cosas lleguen, fluyan si es que deben hacerlo.

Las cosas que debieran ser fáciles, las cosas que debieran ser. Las que han terminado y que ya no son. Certeza de vida, certidumbre de muerte. De pronto un pequeño me enseñó que no tiene caso perder el poco tiempo que tenemos, me abrió los ojos tan sutilmente que la ventizca por poco me arroja al océano.

Opuesto a lo que pueda pensarse, el terror a ese vacío al que tanto he huido aminora a cada segundo, y la idea de perder algo que jamás quise se apodera de mis pensamientos. Es cierto, la vida sigue pero ¿por cuánto tiempo?¿Qué caso tiene seguir enganchada a algo que ya no quiero?

Talvez ahora es tiempo de dejar ir, no sólo de aceptar y comprender. Soltar el lastre que yo misma até a mis piernas, comenzar de nuevo conmigo, reinventarme, buscar mis propias mariposas.

Quizá sea ahora cuando tengo la oportunidad, puede ser que el abismo al que le temo sea yo misma, y definitivamente, no existe una excursión que valga más la pena que la de descubrir los tesoros que salvaguarda mi propia selva.

Me entrego a la vida con el mismo deseo que una vez lo hice a mi muerte...

No hay comentarios: