martes, 29 de marzo de 2011

Dopaminada

Ya no podría decirte a qué saben tus besos, conozco esa parte que das cuando revientas de lujuria pero desconozco a ese que me besa en los labios cuando se encamina a los brazos de su novia. Sí, somos buenos, somos excelentes, ¿porqué habríamos de buscar más?
Mi marca personal de heroína tiene nombre y apellido, muchas veces le llamo únicamente: Tú. Eres parte de mí, pero no esa parte que carcome ni que necesito, simplemente estamos fusionados y ¡listo! Un tumor inservible al que logré encariñarme.
Lo que te dije hoy fue cierto, sé que tengo un lugar muy distinto, que no compite con el de ella y la verdad me conviene que esté a tu lado. Soy feliz así, manteniéndome como consumidora, sin pedir ni esperar cosas, sin voltear cuando te vas, deshaciéndome de las cosas que me atan y dejándome llevar sin perder mi propio destino.

viernes, 18 de marzo de 2011

Sueño del día

-¿Crees que sea cierto que lo ha visto, qué esté aquí?
No sé porque lo dudas, lo dijo y sé que es cierto.
-No lo sé, deberías hablar con ella.
Habla tú, parece que te va muy bien , ¿no?
-A tí ¡qué verga te da?

Soltó su mano y corrió tras su relación orgánica, preocupado por lo que creía que le sucedía y que en realidad, no era más que una sugestión mal encaminada.

Cobarde.

jueves, 17 de marzo de 2011

Adicción

La verdad es que sí, soy adicta al caos. Aprendí a controlar todo en medio de la tormenta. Mi orden es el desorden, ahí es donde puedo mantener las cosas flotando a mi antojo, porque todo es intenso, todo pierde el sentido y es cuando debe hacerse lo único que me puede incentivar a moverme: vivir.

Soy la chica que nunca se queda con el héroe pero que le enseña a ser quien es, soy a la que extrañan por las noches, la que entrega todo, la que no sabe esperar. Amo el desorden, amo ese hábito loco que tengo por enloquecer y explotar, llenar todas las áreas posibles de mi. Soy simplemente la que es y eso resulta tan excitante que las personas creen no poder soportarlo 7/24.

Me gusta más la idea de no atarme a alguien porque me permite conocer más gente, me permite dejar pedacitos de mi corazón y remendar el propio con aortas amantes. Soy esa que siempre escucha el mismo discurso: eres tan libre, tan interesante, tan segura, tna sociable, tan aparentemente perfecta, que me das miedo y por eso me iré con la típica princesa idiota que se dejará mangonear por mí, pero no te preocupes, te recordaré por las noches como lo mejor que no quise que me sucediera.

Y ¿saben qué? ya no me importa, porque yo lo hago por vivir y no por retener, porque aprendí que lo bonito del juego es la fugacidad de los momentos y la eternitud del sentimiento.

Todos ganan, es simple:
Yo me quedo conmigo, ellos se quedan con lo que no quisieron, con el hubiera, con las sobras.
Ellas se quedan con eso que aceptaron sin pensar, con eso que les enseñaron, con eso a lo que se aferraron porque resultaba más cómodo que pensar y actuar por sí. Todos tienen al final lo que creen que se merecen y con quien saben que tendrán la felicidad que suponen pueden soportar.

Aquí acepto que sí, soy una adicta. El caos me prende, me fascina. El desorden, la adrenalina. Soy eso que es, sin preocuparse por más tiempos verbales.

martes, 8 de marzo de 2011

Pedacito de amor delirante

Me haces creer que no me quieres para que estemos juntos, ¿qué? ¿sólo soy esa a la que le entregas el alma a cucharadas porque sigues teniendo miedo de lo que puedas llegar a sentir?
Me encuentro tan... triste. Saber que a lo único que puedo aspirar es a tus migajas, que me ves tan distinta a ella y tan parecida a lo que quieres que sigues teniendo tu absurdo miedo de amarme.
Lo más decepcionante del caso es que, aún si volvieras, si dejaras tu cobardía a un lado y decidieras arrojarte a la aventura como mi amante... no confío en ti. No creo que puedas evitar hacerme lo mismo que le hiciste a ella, y tampoco creo que ella tenga el valor de decirte basta, es barro en tus manos...
No me gusta el amor que entregas, no confío en que sólo andarás con el cuerpo...
Te quiero, como nunca y como a nadie... el corazón quisiera que fueras ese del que me enamoré, que siguieras siendo el hombre en el que confiaba.
Sobrevivir con esta tensa calma que me carcome de a poco pero no me mata, es lo peor, que no me matas...

domingo, 6 de marzo de 2011

Pokar

Mi propia puerta me da golpes en la cara... carajo! te vas a estar en paz o qué rayos? si no es broma, aquí se juega con las cartas sobre la mesa, sin camisas de mangas largas ni meseros que atiendan a los contendientes. Aquí se juega solos, en pareja o por equipos. Las reglas se ponen en cada partida y el as es la carta más fuerte y la más personal.

Cambio de juego

La Torre que camina recto, sin rodeos. La misma que protege y que sólo ataca al sentirse amenazada, la que llega cuando los demás se van y se queda ahí, soportando un peso que comparte con las piezas que parlotean por el tablero.

Retorno al casino

Mi full quedó incompleto porque la sota se quedó sin par... las apuestas sirven para valorar las cartas que uno deja pasar o que retiene demasiado tiempo.

Jaque

La reina se pavonea y nomás no termino de entender esa posición aparente de dominio total. El desgraciado alfil negro amenaza al incapacitado y ahí voy, a meterme hasta la cocina para darle con todo al clérigo hipócrita que ha posado la mirada sobre mi rey.

A la fregada todo!

Que lo peor que podía haberme pasado era acercarme a la casilla final y la méndiga serpiente me regresa al inicio.

----------------

Me retiro, para la próxima jugaré con el Wii.

viernes, 4 de marzo de 2011

Ubícate!

Ubica que desde el inicio las reglas las puse yo. Tú no tomas decisiones acerca de cuándo venir ni te predispones a mi disponibilidad. No eres más que eso que eres, ¿captas? y yo no soy más de eso que acepté ser.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Mad

Tal vez estoy un poco enojada, conmigo más que con nadie. Estoy tomando no sólo mis responsabilidades sino también me hago culpable de sus acciones ¡changos! y mientras suena la canción de Manos al aire de Nelly Furtado jajaja ¿eso qué?
Lo que me molesta es que me gustes, que empiezo a actuar como una loca y me contradigo porque no sé que quiero. Unos días quiero que estés conmigo y otros quiero que te desaparezcas.
Para serte sincera ganan los días en los que quiero saber que me quieres, sin "tenerte", sólo saber que esa persona que está afuera corresponde a la que vive en mi corazoncito de Conejo.
Lo que yo quiero está tan alejado de lo que tú necesitas porque al parecer ya estoy lista para querer una vez más y tú quieres un refugio en donde no haya sentimientos de por medio. Es simple. Yo también quiero besos y caricias, pero yo las quiero reales y tu falsas.
Ninguno desea una atadura ni títulos o una rutina, pero tu quieres alguien a tu disposición y yo alguien que aunque no coincida siempre con mis tiempos me permita acompañarlo dejándome aparecer en sus pensamientos.
Yo quiero ese cálido abrazo que se siente cuando estás físicamente lejos de alguien, ese que llega cuando te encuentras solito en tu habitación y sabes que alguien está a tu lado, compartiendo la cama.
Tu quieres estar solo y que de repente llegue alguien a tu cama, te tome y después se vista y desaparezca por el mismo sitio por el que llegó. Tú quieres la ausencia en la que yo vivo y yo estoy lista para dejar ese sitio de comfort.
Te grito con la boca que te vayas y con los ojos que te quedes... el día que me atreva a decirte la misma cosa con ambas seguramente estarás harto de mi incongruencia...

безумный

Me siento como una pinche loca dejándote entrar y sacándote a empujones cuando caminas sólo por el salón de mi vida. No quiero que juegues conmigo, no voy a permitirlo. Si tú necesitas algo que yo no puedo darte entonces no juegues a que lo que te dije no importa, si en verdad lo sientes deja de venir a sonsacarme.

Ya no puedo fingir que no me interesa porque ¡Sorpresa! Me gustas. Me gusta tu absurda manera de mantener la calma, los nervios que de a gritos te delatan, los lunares de tu espalda, tu estatura, la manera de vincular momentos, frases y posiciones con imágenes famosas, la pasión que le metes al trabajo, el respeto que sientes por tu descanso, la facilidad para despedirte de quien no te agrada y tu forma de exagerar emociones.

Me pinche gustas y no voy a dejar que te aproveches de eso, ¿porqué? Porque lo que quieres no se acerca a lo que quiero. No voy a pedirte que pares ni que reconsideres, simplemente sigue con tu vida y yo haré lo mismo la mía.

Deja de aparentar que no sabes que me pones a pensar con las cosas que haces. Trátame como una más que simple mortal.
Me retiro de tu juego, del mío ya estaba fuera.