sábado, 23 de abril de 2011

Serenidad

Pensar en él me lleva a un mar en tormenta, hablar con él me ayuda a estabilizar mi timón para navegar con calma. Resulta emocionante como actúa sin actuar y simplemente suelta la rienda sin esperar a que yo regrese.
No pienso siquiera en ello, no me interesa, tengo cosas más interesantes y preocupantes en mi cabeza que está llena de deseos que no logro del comprender de todo.
Debo dejar de definirme por lo que siento, debo cambiar las funciones de lugar para que mi ecuación resulte correcta, debo ir en busca de eso que me sabe a mi.
Definir quien soy y comenzar a actuar de esa manera se empieza a convertir en una obsesión en la cual, seguramente, terminaré perdida, pero no me importa, no me importa impregnarme de mi hasta el hartazgo.
Prefiero morir ahogada en mi esencia, que pasar una vida intentándome encontrar en los deseos de los otros.

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